7.8.13

El día que me casé ~ El porta alianzas

Cuando llegué a plantearme cómo solucionar este punto estaba en el momento en que empezaba a pensar que preparar la boda era un proceso interminable, que cada vez que parecía que estaba cerca de contar con los dedos de una mano cuántas cosas me quedaban por cerrar surgían otras nuevas que requerían un nuevo proceso de creación y elaboración. Ya había diseñado y creado unas pocas que a su vez plantearon algunos contratiempos, siempre con el reloj subido al hombro, susurrando que no podía eternizarme con nada. Ya llevábamos unos cuantos días invertidos en salir de compras, algo de lo que por cierto no soy nada fan y es que prefiero pasar un día de relax en plena naturaleza antes que salir de tiendas.
Tiene su lado negativo que te guste probar cosas nuevas y más que te guste hacerlas tú misma. Al final acabas queriendo hacerlo todo tú. Y esto, admitámoslo, no es sano. 

Por ello y a pesar de todo después de haber hecho los gatos-novios de la tarta sin tarta hacer el porta alianzas no podía ser mucho peor.
Sopesé varias opciones y en ellas lo que tenía claro es que quería que hubiera alguna referencia a París ya que allí fue donde empezó todo este tinglado.

Finalmente adapté este tutorial para hacer nuestro propio porta alianzas.
El relieve lo hice con una Torre Eiffel que compramos en París, presionando sobre la pasta; de ese modo tendría el efecto de grabado y la Torre Eiffel estaría presente sin que el resultado fuera aparatoso.
Pinté el porta alianzas de color amarillo porque el blanco me parecía demasiado frío y el amarillo me recordaba al atardecer al lado de la Torre, momentos antes de que el día D subiéramos a cenar.
Pinté la torre grabada en un tono lo más parecido a como es ella y añadí la cuerda rústica para después poder poner las alianzas. Pegué el musgo que representaría las zonas verdes de alrededor de la Torre de verdad y de ese modo, con el conjunto hecho, tendríamos un cachito de allí en las manos.

Por supuesto antes de todo esto hubo que lijar. Y lijar mucho para darle el acabado pulido y suave que al final tuvo. Y no es tanto por lo que hay que lijar sino porque hay que hacerlo con una lija fina y eso lleva su tiempo. Y porque acabas de polvo blanco hasta la nariz.
Me pilla un control antidroga con esa pinta y mi propio abogado se presentaría voluntario para ponerme las esposas. (Luego tendrían que soltarme, claro, pero la primera impresión sería fatal)

Así que queridas y queridos, novios, novias, ayudantes de los novios, familiares y cualquier mano colaboradora de una boda artesanal, preparad las mascarillas y poneos en un sitio que esté bien ventilado, sin corrientes de aire si no queréis pasaros un mes limpiando el polvillo repartido alegremente por los alrededores. Preparaos para tener cuidado de no tocar nada mientras estéis en faena porque luego tendréis que seguir el rastro de las huellas y aunque es entretenido hay formas mejores de pasar el rato. (Y sobre todo, no llaméis a los de control de drogas ni os dejéis visitar por un abogado traidor).
Yo al final no usé mascarilla porque me agobiaba pero me valió un par de estornudos y un par de viajes al lavabo para quitarme el polvo de las manos, que no me veía los dedos.

A pesar de todo el resultado, a mí personalmente, me satisfizo bastante.



4 comentarios:

  1. realmente precioso y original, pero te confieso que si ya era poco fan de las bodas cada vez que leo un post de todas tus aventuras me da un no-se-que-que-que-se-yo por todo el cuerpo y pienso "no me caso ni de guasa" jajaja, el día que me dé el punto, me cojo el avión me voy a Las Vegas, me visto de Marylin y me caso jajaja

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    1. Jajaja!! Mmmmm...Las Vegas...Esa fue una opción pero es que el rubio platino no me queda bien. Lo de casarse "a lo fugao" bien romántico que es pero si no siempre tienes la otra opción: pagar para que te lo hagan todo :D

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  2. jajajaja me parto con Sara, y alucino con MomoSan...ya alucinaba pero es que un no parar de creatividad!!

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