Llegó el momento final. Este blog me ha dado muy buenos momentos, he aprendido muchas cosas, va paralelo a una etapa de crecimiento personal y creativo muy importante de mi vida pero se hace necesario dejarle descansar. No sin algo de penita lo cierro. Prefiero decir que lo hago temporalmente; una especie de cierre temporal indefinido, así parece menos duro. Y verdaderamente (conmigo) nunca se sabe. De hecho una parte de él sigue viva.
No me gustan los adioses, siempre son muy definitivos, muy radicales. Yo lo radical lo dejo a las mentes estrechas e insatisfechas que no tienen nada mejor que hacer que vigilar lo que sucede con los demás en vez de mejorar todas las deficiencias que les caracterizan.
Para una mente inquieta como la mía no es fácil estar mucho tiempo sin hacer nada. Recientemente la maternidad me ha brindado muchas horas de ocupaciones variadas y todas plenamente satisfactorias, aderezadas de mucho mucho mucho amor, mucho cariño, muchas alegrías y las inevitables preocupaciones por el bienestar de mi bebé. Un gran autoconocimiento no ha dejado de sorprenderme y lo seguirá haciendo. Eso me encanta.
He dicho recientemente porque aunque por el calendario van pasando los meses y nos acercamos al primer año, en un aspecto profundo la maternidad es una experiencia que parece que la haya estrenado ayer, todos los días. Recuerdo los comienzos y hemos avanzado muchísimo pero es tan gratificante y los cambios han terminado por convertirse ya en una de las constantes diarias que es como estrenar maternidad cada dos por tres.
Con todo durante este tiempo he hecho muchas otras cosas y he aprendido, sigo aprendiendo, un montón. La parte creativa no desaparece con nada, por muy ocupada que estés. Y si cabe, la maternidad y la presión, sobre todo la maternidad, es un acicate para que te impulse y ella misma pugne por salir. Es una experiencia antigua con una vivencia nueva.
Antes de que me encuentre escribiendo el equivalente a veinte páginas que solo servirán para retrasar el momento del cierre (temporal) lo dejo aquí:
Muchas, muchísimas gracias por haber estado ahí leyendo mis andanzas. Me he sentido muy acompañada y arropada por todas aquellas personas que, no solo aquí, sino en otros espacios, incluso en persona, habéis dejado que comparta las cosas de mi vida sencilla, mis arrebatos creativos, mis retos fotográficos, a veces mis pequeñas locuras, y mis reflexiones. Sigo sabiendo de vosotras (personas, ellos y ellas), quizá con menos frecuencia que antes, pero lo que no cambiará es que formaréis parte de mi para siempre desde el momento en que entrasteis en mi vida.
Me lo he pasado muy bien, que es a lo que yo siempre digo que hemos venido; he disfrutado mucho y seguiré haciéndolo. En cuanto tenga algo que compartir lo haré, sin dudarlo.
Con mucho cariño, nos vemos, siempre con joie de vivre! Que no falte.
Mlle. San