Ya es noviembre y cuando veo las fotos de las vacaciones me parece increíble lo rápido que pasa el tiempo. Esto no es una novedad ya que todos los años la sensación se repite, especialmente en otoño y en primavera cuando la naturaleza y el entorno nos dicen que algo distinto está comenzando.
Miro las fotos y me acuerdo de:
los paseos en góndola en Portugal,
Yo creo que parte del secreto de las vacaciones es que recuperamos las sensaciones.
Las personas que vivimos en las grandes ciudades habitualmente utilizamos los sentidos en segundo plano, en "modo supervivencia", siempre poniendo atención a otra cosa: la tele, la música; el frío o el calor, que cambiamos con la calefacción o con el aire acondicionado; la lluvia, que evitamos con el paraguas, ...vivimos un poco desconectad@s de nuestro cuerpo físico. A veces la conexión también se rompe por falta de tiempo para experimentar suficientemente las sensaciones que tenemos a mano.
Nunca había hecho snorkel y este verano fue la primera vez. La primera impresión fue desconcertante pero después se convirtió en una de las actividades preferidas (yo diría que LA actividad preferida); aún sigo recordando esas tardes como un sueño.
Creo que es necesario imprescindible hacer cosas por primera vez, agradables, se entiende, y sanas, a ser posible. De ese modo se mantiene viva la ilusión y la capacidad de sorpresa, nos hace flexibles y tolerantes.
Los niños están en permanente contacto con sus sensaciones porque están descubriendo el mundo y éste es infinito a esas edades, una caja de sorpresas permanente, indomable, todo un reto, un lugar donde queda mucho por conquistar, por mejorar, por compartir, por disfrutar.
Me gusta mantener viva la niña que hay en mí.
Remembering holidays
It's November and when I see holiday's photos I find amazing how quickly time passes. This is not something new because every year the feeling persists, especially in autumn and spring when nature and environment tell us that something else is starting.I look at the photos and I remember:
some unusual vintage hydrangea across the courtyard,
watching sunset in Orense,
feeling the warm sand between your feet in Portugal,
making recreational plans for the next day,
snorkeling for the first time.
I think part of the secret of the holidays is to regain sensations.People who live in big cities usually use the senses in the background, in "survival mode", always paying attention to something else: TV, music, cold or heat, that we change with the heating or air conditioning; rain, we avoid it with the umbrella; we live a little off our physical body. Sometimes the connection is also broken by lack of enough time to experience the feelings we have at hand.I had never done snorkeling before and this summer was the first time. First impressions were disconcerting but later became one of the favorite activities (I'd say THE preferred activity); yet I still remember those evenings like a dream.I think is needed essential for us to do things for the first time, nice, I mean, and healthy, if it's possible. This will keep alive the illusion and the ability to surprise in ourselves, making us flexible and tolerant.
Children are in constant touch with their feelings because they are discovering the world and it is infinite at their age, permanent filled of surprises, indomitable, a challenge, a place where there is much to conquer, to improve, to share, to enjoy .
I like to keep the child alive in me.
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