Eso fue lo que me dije el domingo por la mañana cuando sonó el despertador. Me llevó unos instantes negociar conmigo misma sentada en la cama que ya que estaba despierta me iba a gustar mucho más aprovechar el madrugón para descubrir los secretos de la mañana cámara en mano, junto a un montón de personas más en la distancia. Que si me metía de nuevo en la cama iba a estar muy a gusto pero pensé en el lunes y no quería recordar eso. Me pudo más la curiosidad y el deseo de (una pequeña) aventura.
Gracias a ello constaté que ser panadero es un oficio sacrificado. Hay que madrugar mucho incluso en domingo, para sacar tu trabajo adelante.
Que la ciudad puede ser muy bonita vestida de azul. Aunque esto ya lo sabía es bueno disfrutarlo de vez en cuando.
Que hay sitios donde parece que se escondan las brujas a descansar cuando llega el alba. (No sé porqué pero estas luces verdes siempre me hacen pensar en cuentos de brujas, en calderos en ebullición y escobas de paja aparcadas cerca de la chimenea)
Que el cielo se peina muchos días para recibir al sol.
Que algunos madrugan tanto como los panaderos o incluso más.
Que las nubes siempre me sorprenden y me seducen.
Que tienes que haber nacido pato para (soportar) disfrutar un baño frío a horas tan tempranas.
Qué la ciudad se despierta. (Ésta es mi foto elegida).
Que una valla funcional es bonita.
Que la luz del día es siempre un regalo.
Que hay muchas personas que por muchas razones madrugan un domingo. También los que escogen la madrugada para recogerse. Vi unas cuantas personas que volvían de divertirse la noche del sábado y vi otras más que madrugaron para montar en bici, se dirigían a disfrutar de una excursión o incluso algunas se iban a trabajar (¡entre ellos el floristero loco!). La ciudad vibra al despuntar el día.
Para apreciarlo solo hace falta estar...
...despierta.
Preciosa serie de fotos con final más que feliz para mí. Calentito en la camita esperando que al terminar trajeses unas buenínismas porras y disfrutarlas contigo.
ResponderEliminarAhora en serio, ya sabes que si no hubiese estado enfermo tu escudero fotográfico te habría acompañado y esas porras habrían caído en algún bar junto con un café caliente y una buena conversación y revisión de fotos.
De cualquier forma, como todas las fotos que haces, IMPRESIONANTES (y no es pasión maridil, es la verdad).
Jajaja, «escudero fotográfico»! :-D Apuntado quedas entonces para la próxima ;-)
EliminarMadre mia que bonito reportaje, una preciosidad cada una de ellas¡¡¡
ResponderEliminarEnhorabuena, eres una valiente¡
Muchas gracias, María! El secreto está en no pensárselo mucho. Luego es una pasada. ;)
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMenudo madrugón que has tenido pero ha merecido la pena. Unas fotografías estupendas! El lugar precioso porque han dejado un parque maravillosos donde pasear. Mi gran enhorabuena. Un saludo
ResponderEliminarBienvenida, Camino! Muchas gracias :) La verdad es que es un sitio al que he ido muchas veces para hacer fotos y siempre me sorprendo con algo nuevo.
EliminarSe peina y se queda genia. Qué fotos más bonitas. Menudo amanecer!!!
ResponderEliminarGracias, Loque! Se me hizo cortísimo, si me descuido me quedo hasta la puesta de sol haciendo fotos :P
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